The artist's fate, Peter Smeeth
Leo con sorpresa cómo se ha seleccionado un premio muy prestigioso de pintura de género en Australia, y que paso a contar a continuación. Richard Bell un controvertido artista autraliano, fue seleccionado para emitir el veredicto del afamado premio Sulman Art Prize 2011 en lugar del tradicional jurado compuesto por varias personas. No se sabe bien si la decisión ha sido para ahorrar en dietas o para convertir el acto en una obra de arte en si misma.
Y ahora vamos con el método. En primer lugar, Bell decidió seleccionar todos las obras en las que apareciese un animal. "Me gustan los animales", fué el razonamiento presentado. Como afirmación irrebatible, es un axioma. Además, podemos comprobar que viene refrendada por numerosos ejemplos en la Historia del Arte.
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¿Qué sería de las Meninas sin el perro?
Después decidió incluir la obra de artistas cuyo trabajo le gustaba. Para ser justos hay que decir, que también decidió incluir la misma cantidad de artistas que no le gustaban. Ante todo ecuanimidad. Con los artistas ya seleccionados escribió unos papelitos que colocó sobre una mesa. Finalmente lanzó una moneda al aire que cayó sobre el afortunado primer premio.
Al parecer tan novedosa forma de selección no ha tenido mucha aceptación, ni siquiera por el agraciado con el primer premio, Peter Smeeth. El cual, después de invertir 160 horas en la ejecución de su pintura, poco podía imaginar que el premio obedeciera a los criterios arriba señalados.
Reflexionando sobre el tema, este método de selección no resulta tan descabellado. Y me explico. Primero incluye las obras, que digamos, obedecen a un criterio general de selección concreto. En este caso, que apareciese un animal, aunque podría ser cualquier otro que consideremos más adecuado para una valoración artística. Luego se incluyen las obras afines al jurado, también de pura lógica. Y por último, aparecen las obras que no le gustan. Bien, aquí diríamos que es donde el método empieza a cobrar visos científicos. Bell eliminan el sesgo en su "experimento" al seleccionar obras no adecuadas según su criterio. En palabras llanas, reproduce el caso que suele ocurrir cuando los jurados están compuestos por varias personas, algunas profanas en la materia, y entonces los criterios difieren. Después de votaciones diversas y varios tira y afloja, puede salir... un ganador. En la mayoría de los casos será una obra digna, que duda cabe, pero da mucho que pensar.
Conclusión
Hay que presentarse a los concursos, la moneda está en el aire
(y por favor, incluirme algún animalito, que no os cuesta nada)
referencias: Sidney Morning Herald
The Art Newspaper